El ministro de Salud del Líbano, Hamad Hassan, afirmó hoy que el Libano necesita tomar la decisión «valiente» de poner a todo el país dos semanas bajo confinamiento para frenar la expansión de la COVID-19.
Según los últimos datos de la oficina regional de la OMS el Líbano ha registrado 8.881 casos y 103 muertos por COVID-19, con un notable repunte de positivos desde el 6 de agosto.
De acuerdo al último dato difundido hoy el domingo se registró una cifra récord de 437 casos positivos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) más del 50 % de los centros de salud públicos y privados de Beirut, así como tres de sus mayores hospitales, no están operativos por los efectos de esa tragedia.
En declaraciones a la emisora la Voz del Líbano, Hassan afirmó que el país está viviendo «un auténtico reto», que las últimas cifras son «impactantes» y que el asunto requiere medidas estrictas.
«La implementación de esta decisión es difícil para el Gobierno (..) el Ejército tiene que tomar el control para aplicar esas decisiones (..) habrá una reunión entre hoy y mañana a nivel ministerial con el comité superior de COVID 19, para determinar las medidas prácticas», señaló.
El ministro dijo que los hospitales en Beirut tienen sus camas de cuidados intensivos llenas y dijo que el Ejército podría intervenir para que aquellos centros de salud que no aceptan casos de coronavirus lo hagan, recordando que en este momento rige el estado de emergencia en la capital.
Hassan se encuentra en funciones en su cargo después de que el pasado día 10 todo el Gobierno dimitiera en bloque tras la explosión que sacudió Beirut por la deflagración de casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio.
La explosión causó la muerte de 171 personas, dejó más de 6.000 heridas y de 250.000 personas sin hogar como consecuencia de la onda expansiva, que afectó a la mitad de la ciudad. (I)