La frase estúpida del año | Cartas al Director | Opinión
Escrito por dh8fm el diciembre 13, 2023
La insulsa frase y que está en boga, la cual es manifestada (con honrosas excepciones) por casi todos los asambleístas y autoridades de elección y de nombramientos… Se generalizó ya en el contexto cotidiano aquello de decir hacer y prometer mucho y en sustancia no hacer nada. La frase a la que me refiero es “Arrimar el hombro”. Sin señalamiento alguno, esta es la forma más rápida de englobar todo aquello, que se puede materializar y lo imaginan que lo pueden realizar, pero del cómo, dónde y por qué no tienen el más mínimo conocimiento.
Lo más cercano de lo que está ocurriendo es la ineficiencia para evitar la crisis energética con sus apagones. De manera descarnada anuncian que se solucionará en este año, a lo mejor. En el próximo marzo del 2024 podamos volver a la normalidad. Agregado a esto comentan que esto será posible siempre y cuando la sabia naturaleza tenga piedad del país. Esta declaración no es una afirmación con visos de seguridad, y acto seguido anuncian que “arrimarán el hombro” para que esto suceda. En cualquier país del mundo esta crisis o negligencia ya se habría solucionado en menos de una semana a más tardar. Teniendo en consideración que son ingentes pérdidas que ocasionan los apagones y que indefectiblemente retrasan el desarrollo del país y el desempeño secuencial de los pequeños productores. La frase “Arrimamos el hombro” se continúa usando para justificar errores. La inestable frase causa un efecto dominó, ya que todas las autoridades la utilizan de manera campante en entrevistas, declaraciones e intervenciones. Configurando de manera subliminal con esas palabras la solución de los problemas y la emiten como una tarea cumplida aun cuando falta todo por hacer. Estas declaraciones no son más que engañabobos.
La actual ministra de Energía y Minas no debió ser llamada a comparecer a la Asamblea, a no ser que pretendan justificar lo injustificable. El ministro anterior es el que tiene que responder por la negligencia y por qué no “arrimó el hombro”.
Las palabras cobran valor y tienen derecho de ser creíbles cuando se les agrega la acción, el deseo de servir y, lo más importante, estén imbuidas del amor de patria. (O)
César Antonio Jijón Sánchez, Guayaquil