Volver a celebrar sin temor | Editoriales | Opinión

Las fiestas navideñas pasaron y familias y amistades se reunieron para pasar un momento ameno. Sin embargo, muchas cambiaron su dinámica por el temor a ser víctimas de la delincuencia. Uno de los males que aquejan a la sociedad ecuatoriana en estos momentos y que es su mayor preocupación.

Una publicación de este Diario recoge los testimonios de familias que decidieron cambiar sus tradiciones y viajar a otras provincias con mejores números en seguridad para encontrar calma durante los festejos de diciembre. Especialmente desde la Zona 8 (Guayaquil, Samborondón y Daule), que ha sufrido los embates de la delincuencia organizada a lo largo de este año, en medio de una disputa entre bandas por territorio para microtráfico y otros ilícitos.

“Lo que queremos es pasar una Navidad tranquilos y sin saber que, si me muevo a algún sitio en la madrugada, me puede pasar algo”, dijo una de las entrevistadas.

Además, varios de los mencionados esperan hacer lo mismo para Año Nuevo.

Otros que viajaban de diferentes provincias a la playa fueron directo, sin hacer su usual paso por Guayaquil para comer o visitar familiares o conocidos.

Pese a que no es novedad que miles de personas que viven en Guayaquil y sus alrededores escojan estas fechas para viajar a otros territorios –así como también pasa en otras ciudades del país–, la inseguridad no puede ni debe ser la razón principal que los motive.

Las autoridades deben seguir trabajando para mejorar no solo la percepción, sino los números relacionados con este mal para que la principal ciudad de la Costa, tradicionalmente muy activa todo el año y más en estas fechas, sea nuevamente –o incluso con más peso– un destino que reciba a los demás ecuatorianos y foráneos.

Para ello, gobiernos central y seccional, sistema de justicia y fuerzas de seguridad tienen aún la deuda de brindar sosiego a la población, que tiene la esperanza de que con el nuevo plan nacional de seguridad pueda volver a celebrar sin miedo. (O)

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