Aprender y emprender, otro plan de Noboa | Editoriales | Opinión
Escrito por dh8fm el enero 6, 2024
El bono de desarrollo humano nació en Ecuador con el nombre de Bono Solidario, en 1998. Desde entonces no solo ha evolucionado en su identificación y motivaciones sino en sus objetivos. El presidente Daniel Noboa suscribió el 4 de enero un convenio con cinco universidades de Manabí para capacitar a sus beneficiarios a fin de que puedan emprender para mejorar y consolidar sus economías.
El mandatario pretende replicar la iniciativa en todo el país. El Ministerio de Inclusión Económica y Social da cuenta de que más de 10.000 personas son beneficiarias hoy del bono.
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Erradicar la pobreza a través del trabajo es plausible. No es el primer Gobierno que se lo plantea, incluso en regímenes anteriores se han desarrollado programas de crédito especiales, pero que un alto número siga demandando el bono evidencia que no han sido efectivos.
La alianza para aprender y emprender de Daniel Noboa empieza por lo básico que es capacitar. Cumplido este primer proceso no se puede dejar de lado la inversión, considerando que personas que reciben un bono difícilmente tendrán acceso a créditos privados para iniciar un emprendimiento. Aquí otra vez el Estado deberá intervenir y el reto es hacerlo de manera que la frágil economía no se afecte más sino que quienes lo reciben estén en capacidad de salir del subsidio o bono, eliminen la transmisión intergeneracional de la pobreza e incluso generen empleo. Para esto se requerirá acompañamiento y aquí también la academia es la aliada ideal.
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Si bien hace 26 años el bono fue para compensar a la población vulnerable por la eliminación de subsidios, luego se usó como mecanismo de “presión” para que se mantenga la educación y control de salud de la familia, además de dar capacidad de consumo, en los últimos Gobiernos se ha procurado que sus beneficiarios arranquen en sus economías. Si el actual Gobierno lo logra, la ganancia es de todos porque en la proporción de que los emprendimientos prosperen se recupera la economía y se aminora la carga del Estado. (O)